Tercer finde fuera de Singapur, aunque mas que un finde era un puente debido al el nuevo año chino, el año del toro (de Osborne! 😉 ). Asi que pasamos unos días en Siem Reap, ciudad donde se encuentran los famosos templos de Angkor, y en Phon Phen, la capital.
Lo primero que vimos al llegar allí es lo diferente que es de su país vecino. Mientras que en Tailandia todo el mundo conduce como locos, en Cambodia la gente va con una calma sorprendente. El primer día lo dedicamos a visitar la ciudad flotante, un pueblo que vive en casas flotantes que suben y bajan dependiendo la altura del río. Mas tarde aprovechamos para ver la puesta del sol en Angkor Wat, el templo mas grande de Angkor, bañados en repelente de mosquitos, no vaya a ser que nos dejen un regalo en forma de malaria…
Salida del sol en Angkor Wat
Al día siguiente hicimos el sacrificio de levantarnos a las 4.30 para ver la salida del sol ante Angkor Wat, un espectáculo. Después de unas 70 fotos y un buen desayuno nos pasamos la manyana entre templos. Por la tarde toco descanso, mercadillos y cena, con barbacoa de carne de cocodrilo, canguro y serpiente. Rico rico…
El templo de Bayon, con sus cabezas obsevantes
En Phon Phen descubrimos el pasado reciente y macabro que ha vivido el país. Ahí pudimos ver el campo de exterminio donde asesinaron una parte de los dos millones de personas que exterminaron durante el régimen comunista de Pol Pot. O una escuela convertida en cárcel donde encerraban a todo aquel que pareciera listo y pudiera parecer una amenaza del nuevo régimen, para después matarlos. Dio bastante que pensar…
Una birrita al final del dia en el lago de Phon Phen
Al final ha sido un finde de templos, Tomb Raiders, radioactividad, malarones, sueños vividos, tuk-tuks, regateos, replanteamiento de nuestra dieta, happy pizzas, selling force infantil, niñas que lanzaban maldiciones, cortes de pelo a 2 dólares, y tigres, muchos tigres. Otro finde genial a pesar del gusanillo de no haber visitado la costa.